Un rincón costero que sorprende a los foodies porteños

Cuando empieza a acercarse el verano, las escapadas de fin de semana se vuelven un plan irresistible para quienes viven en la Ciudad. Y Santa Elena, en el partido de Mar Chiquita, aparece como una opción que combina calma, aire puro y una propuesta gastronómica que ya ganó fama propia.

Este pequeño destino sobre la costa bonaerense organiza cada año la Fiesta Regional de la Empanada Costera, un evento que reúne a cientos de turistas y vecinos con una misma misión: disfrutar de noches al aire libre, música en vivo y una variedad de empanadas que no suele encontrarse ni siquiera en los mejores restaurantes en Buenos Aires.

La fiesta que celebra la identidad local

La celebración nació en 2013 y, en poco tiempo, se transformó en un clásico de Santa Elena y de todo Mar Chiquita. Su eje es simple y poderoso: un concurso y feria donde se venden empanadas de distintos estilos y rellenos, cada una representando tradiciones regionales.

La próxima edición será del 16 al 18 de enero de 2026, con entrada libre y gratuita. Más allá de la propuesta gastronómica, la fiesta también tiene un propósito solidario: los fondos recaudados se destinan a instituciones locales, lo que fortaleció su valor comunitario y el orgullo de quienes viven allí.

Un paisaje distinto: playas, acantilados y calma

Santa Elena está ubicada sobre la ruta provincial Nº 11, a la altura del kilómetro 500. Su sello distintivo son las playas de acantilados, que generan un paisaje único marcado por formaciones naturales que cambian según la luz del día.

La cercanía con Mar del Plata -apenas 8 kilómetros- hace que cada edición reciba aún más visitantes que buscan una escapada rápida, sin alejarse demasiado de la ciudad.

Para quienes vienen desde Buenos Aires, es una oportunidad perfecta para desconectar, respirar un poco de aire fresco y probar sabores tradicionales sin recorrer grandes distancias.

El corazón del evento: las empanadas costeras

El atractivo principal es la enorme variedad de empanadas disponibles en los stands distribuidos por toda la fiesta. Hay opciones para todos los gustos:

• Salteñas

• Jujeñas

• Santiagueñas

• Marchiquitenses

• Fritas o al horno

• Carne cortada a cuchillo

• Jamón y queso

• Caprese

• Atún

• Mondongo

• Cerdo

A esto se suma una oferta gastronómica complementaria que acompaña perfecto una noche de verano frente al mar.

Para los amantes de la gastronomía porteña, es un plan ideal para comparar sabores, descubrir recetas nuevas y conocer preparaciones que rara vez aparecen en las cartas de los restaurantes tradicionales.

Shows, concursos y tradición en vivo

A pocos metros de los puestos se monta un escenario donde cada noche se presentan espectáculos artísticos, músicos locales y actividades pensadas para toda la familia. También se realiza el concurso que elige la mejor empanada costera y la elección de la Representante de la Fiesta, dos momentos que ya son parte del folclore del lugar.

El evento suma además stands de artesanos de la zona, puestos de indumentaria y artículos tradicionales del partido de Mar Chiquita, creando un paseo completo para quienes disfrutan combinar gastronomía, cultura y compras al paso.