22/05/2025
El prestigioso sitio gastronómico Taste Atlas incluyó a las mollejas y los chinchulines en su ranking de las 20 mejores menudencias del mundo. Estos íconos de la parrilla criolla no solo conquistan paladares locales, sino que ahora son reconocidos por su sabor y preparación en todo el planeta. En esta nota, te contamos por qué merecen este lugar y dónde podés disfrutarlos en Buenos Aires como si estuvieras en el podio global.
La gastronomía argentina vuelve a dar que hablar a nivel internacional, y esta vez lo hace desde el corazón de su ritual más querido: el asado. El portal Taste Atlas, conocido por mapear y calificar platos tradicionales del mundo, publicó su ranking de Mejores Platos de Menudencias, y dos achuras bien nuestras se metieron entre las más destacadas del planeta.
Ubicadas en el 7° puesto, las mollejas recibieron una puntuación de 4.3 sobre 5. Este corte, crujiente por fuera y mantecoso por dentro, es considerado un manjar en las parrillas argentinas, y su preparación requiere técnica, paciencia y, sobre todo, respeto por el producto. Asadas a fuego lento, con un toque de limón o una pizca de sal parrillera, las mollejas representan la alquimia criolla: transformar una víscera en un plato digno de los mejores rankings del mundo.
Los chinchulines, en tanto, se ubicaron en el puesto 19°. Este corte, hecho a base de intestino delgado, es uno de los grandes favoritos en cualquier asado bien argentino. Dorados, crocantes y sabrosos, requieren una cocción precisa para evitar que queden gomosos o resecos. Son, además, el fiel reflejo del ingenio argentino para revalorizar lo que otros descartan y convertirlo en una delicia con identidad propia.
Si esta noticia te abrió el apetito, acá van algunas parrillas recomendadas donde disfrutar mollejas y chinchulines de primer nivel:
Don Julio (Palermo): Elegida entre las mejores parrillas del mundo, sus mollejas de corazón son crocantes y jugosas, servidas con una emulsión de limón que realza su sabor.
La Brigada (San Telmo): Famosa por su carta de achuras, donde los chinchulines salen siempre al punto, crocantes y con ese ahumado irresistible.
El Ferroviario (Liniers): Clásico de barrio que no falla. Porciones generosas, sabores intensos y precios amigables. Ideal para una experiencia 100% porteña.
Parrilla Peña (Recoleta): Ambiente informal y atención rápida. Las mollejas, doradas y tiernas, son de las más recomendadas por los comensales locales.
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