20/05/2025
La Falda, en Córdoba, es uno de esos destinos que enamoran por su entorno natural, su historia y, sobre todo, sus sabores. Desde la icónica Fiesta Nacional del Alfajor hasta meriendas en casonas históricas y propuestas regionales con identidad, este rincón serrano invita a descubrir la gastronomía cordobesa con todos los sentidos. Una escapada ideal para quienes buscan naturaleza, tranquilidad y buen comer, a solo unas horas de Buenos Aires.
Ubicada a 885 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires y a solo 50 de la capital cordobesa, La Falda es mucho más que un destino turístico tradicional. Es un punto de encuentro entre naturaleza, patrimonio y cocina local. Este pintoresco pueblo serrano, fundado en 1892, guarda entre sus calles la historia de figuras como Albert Einstein, quien se hospedó en el mítico Hotel Edén, y también los sabores dulces más celebrados del país.
Cada octubre, La Falda se convierte en el paraíso de los golosos con su Fiesta Nacional del Alfajor y Productos Regionales, una celebración que reúne a productores artesanales de todo el país. Desde versiones tradicionales con dulce de leche y chocolate hasta innovaciones con sabores serranos como nuez, miel o membrillo, el evento es un homenaje a este emblema argentino. Además, hay stands de fiambres, licores, dulces caseros, panificados y conservas, acompañados por shows en vivo y actividades para toda la familia.
Es el momento ideal para descubrir marcas locales, charlar con quienes están detrás de cada producto y llevarse una muestra del sabor de las sierras a casa.
El Hotel Edén, inaugurado en 1897, es una visita obligada no solo por su arquitectura y misterio, sino también por sus propuestas gastronómicas. Aunque hoy funciona como museo y atractivo turístico, durante ciertos eventos especiales ofrece meriendas temáticas y recorridos con degustaciones, combinando historia y sabores en un entorno único.
Los salones del Edén, con su aire de época, invitan a imaginar aquellas tardes en que viajeros europeos y personajes ilustres como Einstein o Rubén Darío compartían una taza de café o una cena elegante en sus mesas.
Más allá de los eventos, La Falda tiene una oferta gastronómica serrana ideal para quienes buscan almuerzos abundantes y cocina casera. En los alrededores del centro y el Camino del Cuadrado se pueden encontrar parrillas tradicionales, bodegones con platos criollos y pequeños cafés con dulces regionales.
Entre los recomendados:
La Parrilla de Mario: carnes a la leña y empanadas cordobesas.
La Casona del Molino: cazuelas, locros y guisos típicos.
Café Edén: tortas artesanales y pastelería de inspiración alemana.
Los precios son accesibles, con almuerzos completos que rondan los $8.000 por persona (abril 2025), y meriendas por $4.000 con bebida incluida.
Para abrir el apetito o caminar tras el postre, La Falda tiene atractivos naturales imperdibles:
Cerro La Banderita: vistas panorámicas y caminatas suaves.
Complejo 7 Cascadas: piletones naturales ideales para un picnic.
Cavernas del Sauce: cuevas subterráneas para los más aventureros.
La opción más cómoda es volar a la ciudad de Córdoba (1h30m) y luego hacer el trayecto a La Falda en transfer o colectivo (40 minutos más). Para quienes prefieren la ruta, el viaje en auto desde Buenos Aires dura unas 8 horas y media, ideal para un fin de semana largo o una escapada de tres días.
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